¿Cómo lograr una comunicación asertiva en el espacio de trabajo?
La comunicación asertiva es clave en el mundo profesional y los negocios. Las personas asertivas son respetadas y se sienten seguras en sus acciones. Saben decir que “no” y no tienen miedo de defender sus decisiones ni formas de pensar. Es por esto que suelen tener éxito en el mundo de los negocios.
Es importante no confundir asertividad con querer imponer tus ideales y/o estar cerrado a los demás, ni con ser agresivo, cortante o sin tanto. En realidad, es todo lo contrario. Así que antes de entrar en detalle, comencemos por la definición.
¿Qué es la comunicación asertiva?
La comunicación asertiva es la capacidad de expresar ideas y sentimientos positivos y negativos de una manera abierta, honesta y directa. Es una habilidad que permite confrontar de forma constructiva y encontrar soluciones satisfactorias para ambas o varias partes involucradas en un conflicto.
La asertividad se basa en el equilibrio. Requiere que seas franco acerca de tus deseos y necesidades, sin dejar de considerar los ajenos. Cuando eres asertivo, estás seguro de ti mismo y logras transmitir tu punto de vista de manera firme, justa y con empatía.
¿Cuál es la delgada línea entre ser asertivo y agresivo?
Si eres asertivo, te defiendes a ti mismo y a tus creencias sin afectar a otra persona. Es una habilidad que te permite ser abierto, honesto y directo al hablar sobre sus sentimientos y opiniones.
Ser asertivo es ser positivo, por lo que solo alentará a otras personas a reaccionar de manera razonable y madura. En los negocios y el espacio de trabajo, se trata de la mejor manera de comportarse para una comunicación eficaz.
Por el contrario, el comportamiento agresivo se basa en ganar. Haces lo que más te conviene sin tener en cuenta a los demás. Sueles tomar lo que quieres sin pedirlo. Ser agresivo te hace ignorar los sentimientos de otras personas, por lo que puedes menospreciar, herir a los demás o causarles enojo y frustración. Una comunicación agresiva dará como resultado una respuesta defensiva.
¿Cómo ser asertivo en el espacio de trabajo?
Sé claro y directo
Dar una dirección vaga a su equipo, o una respuesta poco clara a una pregunta, puede dar la impresión de inseguridad o sumisión, características que los dueños o los gerentes no pueden mostrar.
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Exprésate con confianza y seguridad
No esperes a que otra persona adivine lo que necesitas. Toma la iniciativa y comienza a identificarlo por ti mismo. Al hacer esto, podrás expresarle a un colaborador o jefe de forma clara exactamente qué es lo que necesitas de ellos para lograr tus objetivos.
Encuentra formas de hacer solicitudes que eviten sacrificar las necesidades de los demás. Recuerda: cuando necesites la ayuda de los demás, pedirla de forma agresiva puede ser contraproducente e incluso dañar la relación laboral, perjudicando el desempeño del equipo.
Recuerda mantenerte firme, incluso si lo que solicitas no es posible en ese preciso momento. Puedes preguntar —cortésmente— si es posible volver a revisar tu solicitud dentro de unos meses, o el tiempo que consideres pertinente.
Aprende a decir “no”
A muchas personas les resulta difícil decir que no. Es importante establecer límites y mantener el control de cada situación, incluso si eso significa que alguien más podría sentirse decepcionado. Para decir que no de la manera correcta, puedes aplicar estos tips:
- Acepta la solicitud y demuestra que has entendido lo que se te ha pedido y por qué.
- Dá una respuesta corta —pero no abrupta— que sea clara y concisa. No es necesario que brindes una justificación extensa.
- No es necesario que te disculpes, siempre que la razón para decir que no sea razonable.
- Pide más tiempo si necesitas considerar tu respuesta, siempre y cuando no sea para posponer el tener que tomar una decisión.
Lenguaje corporal y tono de voz
El 93 por ciento de lo que comunicamos no es de forma oral, sino a través del lenguaje corporal (55 por ciento) y nuestro tono de voz (38 por ciento). La comunicación asertiva es más que solo las palabras que usamos.
El contacto visual es clave, ya que mirar a las personas a los ojos transmite fuerza y muestra un interés genuino. Por supuesto, demasiado puede parecer intenso e intimidante, por lo que lograr el equilibrio correcto es importante.
Mantener un tono de voz seguro pero tranquilo permite transmitir tu mensaje con claridad sin parecer agresivo. Evita murmurar o hablar demasiado bajo, ya que eso afectará la efectividad del mensaje.
De igual forma, evita el lenguaje corporal negativo, como los brazos cruzados y los hombros encorvados, ya que son signos de agresión. Asegúrate de transmitir tu mensaje con una postura relajada y abierta hacia la otra persona.
Mantente abierto tanto a críticas como a cumplidos
Acepta los comentarios positivos y negativos con amabilidad, humildad y positividad. Si no estás de acuerdo con las críticas que recibes, debes estar preparado para decirlo, pero sin ponerte a la defensiva ni enfadarte. Herramientas como la matriz de retroalimentación pueden ayudarte a ver más allá de las reacciones emocionales y contribuir a lograr un cambio significativo y positivo.
Infórmate
El conocimiento, es poder. Una de las mejores formas de volverte más asertivo es dominar el tema, caso, problema o proyecto en cuestión, al derecho y al revés. No importa si te estás preparando para una reunión o un discurso; si no estás listo, terminarás por derrumbarte y perder credibilidad. Cualquiera que sea el escenario o el desafío, recuerda que cuanto más sepas, y mejor preparado estés, serás más seguro y asertivo.